Al traje de novio, al gusto común ¡y a la decoración en general!
La tarta es más que un imprescindible en toda boda. Su misión principal es seducir a los invitados, pero su función va mucho más allá de eso, ya que esta forma una parte destacada de la decoración, justamente uno de los elementos más importantes de boda ¡si queremos que sea recordada! En esta ocasión, vamos a contarte cómo elegir la tarta de tu boda, qué aspectos has de tener en cuenta para que esta resulte todo un éxito.
La tarta de la boda es la que pondrá el broche final a la ceremonia. Con ella, se da por terminado un banquete en el que seguramente tus invitados se hayan quedado súper satisfechos, pero a los que casi con toda seguridad les queda el hueco de ese delicioso pastel que con tanto cariño has querido elegir para ellos.
Ahora bien, para que el pastel esté a la altura de las expectativas de tus invitados es necesario tener en consideración unas nociones básicas. Primero que nada, debes tener en cuenta que no todos los invitados son atrevidos con sabores poco convencionales o, en otras palabras, muy originales, así que si quieres impresionar a todos, lo mejor es que te decantes por los sabores tradicionales.
Aún cuando te fíes de que esos sabores van a causar buena sensación entre tus invitados, lo mejor será que la pruebes tú antes. Si a ti te gusta y te convence, genial. Si no, será cuestión de seguir probando suerte.
Respecto a esto, convendría decir que la elección de una buena tarta depende también de la exigente selección de una pastelería de confianza que vaya a ofrecernos un exquisito pastel de boda.
Es importante también tener en cuenta la época del año en la que vamos a celebrar la boda, ya que en verano, el buen tiempo reclama apuestas más frescas y ligeras, mientras que en invierno puede tomarse algo más contundente sin el menor inconveniente.
El lugar de celebración también importa, al igual que la decoración. La tarta es un elemento decorativo más; por ello, debe ir en consonancia con el ambiente, el tipo de boda del que se trate, la temática que se siga y, de ser posible, ¡hasta con el traje de novio!
El tamaño dependerá del número de personas que asistan a la ceremonia.
Y, sobre todo, ¡no olvides elegir la tarta con el suficiente tiempo de antelación!
Porque la tarta de boda es el punto final de la ceremonia, pero el primer símbolo de unión del matrimonio, ¡elígela a tu gusto!, elígela bien.