La mayor parte de los novios elige casarse en verano. Sí, es esta la estación preferida por la mayoría para darse el “sí, quiero” y también para celebrarla, aun cuando son conscientes de que, al ser esta la temporada alta de las bodas, va a suponerles mayor inversión. Y es que, el posiblemente más especial de los días de tu vida tiene que ser único y, al igual que el traje de novio que lucirás, tiene que estar a la altura de lo que buscas.
Solo te vas a casar una vez en la vida y, si el verano es tu estación preferida, ¡seguro que es por alguna de las increíbles ventajas que te contamos a continuación!
1. Buen tiempo. Es esta la causa principal, el motivo prioritario por el que tanto te gustará casarte en verano. ¿Sabes lo que es despreocuparte por completo de los posibles cambios meteorológicos y no estar todo el día durante un mes mirando la previsión? Está claro que en verano puede darse la posibilidad de que llueva, pero la probabilidad es muy inferior.
2. Celebraciones en espacios abiertos y cerrados. El buen tiempo tiene la ventaja a su vez de que te permite celebrar tu boda tanto en lugares cerrados como en otros abiertos. ¿Te imaginas una boda en una finca preciosa, en el campo, en la playa, en un bosque, en un jardín…?
3. Para los trajes de novios, un lujo. Para los trajes de novios, casarte en verano es un lujo. Sobre todo para la novia, que es a la que le gusta llevar un poquito de escote y manga corta, es una maravilla que haga buen tiempo.
4. Más opciones decorativas. Una boda de verano da mucho más juego para decorar, dado que podemos celebrarla al aire libre, por lo que podremos utilizar los recursos de la naturaleza que, sin duda, harán de la tuya una boda singular.
5. Lucir traje de novio, ¡y bronceado! ¿A qué novia no le gusta lucir un bronceado precioso en su boda, con un vestido de ceremonia despampanante? En verano, hay muchas más posibilidades para broncearte.
Y ya que estamos, ¡unos consejos! Si te casas en verano, elige:
– mejor la tarde noche que la mañana.
– Un lugar idóneo para resguardarse del calor.
– Un menú con comidas frescas.
– Regalos útiles para tus invitados: abanico, sombrero, etc.
– Una decoración veraniega.
Y tú, ¿piensas casarte en verano?